Corazón asoleado

Caliente y rostizado. Se quemaba por unos besos tuyos que le aliviaran el ardor y unas palabras sinceras que le calmaran la sed.
Y brotaron. Besos y palabras. Como gotitas refrescantes después de varios largos días de sequía.

Con sonrisa

Hoy mi corazón sonríe, unas manitas flaquitas lo miman.
Brincan sobre él juguetonas y llenas de ilusiones. Llenas de ternura.
Tienen las esperanzas tan grandes como su curiosidad.
Tiene su cabello tan largo como el tiempo que nos separa...
Y envuelve su cuello con lana y vuelve a brincar.
El abrazo. Tan esperado y necesario en estos días.
La sonrisa. Esa que ilumina hasta la noche más oscura.

Entumecido

Amanece enero congelado... los pies también.
Al igual que una rosa que había recibido, fría, congelada, ahora se acumula el frío en mis extremidades, me pinchan los dedos y el corazón.
Necesito un abrazo cálido que derrita mi tristeza y me desentumezca la nostalgia.